Hablar delante de una cámara y no parecer nervioso o que se está recitando un texto de memoria es algo que se antoja difícil para la gran mayoría. Algunas personas son capaces de hablar ante una cámara y que su discurso parezca natural y llegue al espectador. Los principales obstáculos que nos encontramos al ponernos delante de un objetivo son el nerviosismo, excesiva seriedad, mirada perdida o rigidez corporal. Para evitar estos posibles problemas vamos a desglosar algunos trucos que nos van a ayudar a transmitir el mensaje que queremos cuando hablamos delante de una cámara:
- Relájate
Existen infinidad de ejercicios físicos y de respiración que te van a ayudar a relajarte antes de empezar a grabar.
- Busca la comodidad
Antes de hablar ante una cámara asegúrate de que el lugar en el que lo vas a hacer se encuentra en condiciones óptimas: no hace calor ni frío excesivos, no hay demasiada luz ni muy poca, no hay ruidos que interfieran y, por último, que tienes una botella o vaso de agua a mano, por si se te seca la boca.
- Prepara tu mensaje
Piensa qué vas a decir, cómo y por qué. Tienes que tener muy claro lo que vas a decir para que en la grabación te expreses con fluidez.
- Habla a una persona
Pensar que no le estás hablando a una cámara si no a una persona te ayudará a crear un mensaje más natural. Invitar a un buen amigo al rodaje es una solución en caso de que te cueste meterte en el papel.
- Recuerda, estás grabando
No busques el vídeo perfecto, recuerda que puedes editar y cortar todas aquellas partes que no te gusten, con lo que no te obsesiones en hacerlo bien a la primera o todo seguido. Vuelve a grabar las partes que te han quedado mal o que crees que puedes mejorar, pero sin obsesionarte con la perfección.